Por Itai Cruz/ Nos acercamos a la recta final del año y como tal, no podíamos dejar de lado nuestra lista con el conteo de las mejores obras de este 2015, en el que pudimos ver montajes con diferentes propuestas que van desde la dramaturgia, grandes actuaciones hasta la escenografía, vale la pena aclarar que el listado no sigue un orden específico.

La Gaviota. Con tan sólo dos semanas de haberse estrenado, el montaje se posiciona como una de las favoritas entre el público, no es para menos, es una de las obras clásicas y regresa a los escenarios a manos del director Diego del Río, quien apostó porque fuera el actor quien nos planteé el universo de Chéjov frente al espectador. Por si fuera poco, las grandes actuaciones de Blanca Guerra, Odiseo Bichir, Mauricio García Lozano, José Sampedro, Paulette Hernández, Adriana Llabrés, Carlos Valencia, Pablo Bracho y Pilar Flores del Valle complementan la puesta. Con funciones diarias hasta el 8 de enero.

Gaviotaf

Criminal. La obra se estrenó en Argentina en 1995 y llegó a México este año, el texto fue adaptado por Arturo Barba y Fernanda Borches y tuvo una corta temporada bajo la dirección de Sebastián Sánchez Amunátegui. Es una comedia negra, con toques de drama policial, un poco de sátira y una suerte de homenaje al psicoanálisis, al amor, a las obsesiones de nuestra sociedad y a la manera en que nos desenvolvemos en ella. Contó con las magníficas actuaciones de Fernanda Borches, Moisés Arizmendi, Juan Martín Jáuregui y Arap Bethke.

criminal

Wit, despertar a la vida. Podemos decir que este montaje fue uno de los más importantes y destacados que pudimos ver en este año, Paloma Woolrich y el elenco que la acompaña nos mostraron un fantástico despliegue actoral en cada función. Y no sólo la actuación, la propuesta que va desde la escenografía hasta el vestuario y la música, trabajaron juntos para transportarnos de la realidad a la memoria, del pasado al presente y de la risa al llanto. Ganadora del Premio Pulitzer en 1999, narra el proceso emocional de Vivian Bearing – una destacada catedrática especializada en la poesía metafísica de John Donne, poeta inglés del siglo XVII – quien a través de su lucha contra el cáncer de ovario en su etapa más peligrosa, descubre la vida al enfrentarse a la muerte.

Wit

Mi querido capitán. Texto de Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio (LEGOM) a modo de sátira política y que a su vez es crudo y cómico, dirigido por Sebastián Sánchez Amunátegui. El montaje se burla de la doble moral, del malo que se cree bueno y también deja al descubierto que lo únicamente detestable entre este grupo de hombres es cualquier muestra de humanidad. En su primera temporada contó con 7 actores y en su reestreno se quedó con tres, por medio de un humor mordaz, esta obra pone en evidencia la situación que se vive nuestro país, pero sin ser reflexivo y se nos recuerda que México sigue siendo un país machista, pero que aún en medio de las guerras más feroces, el amor y las carcajadas están permitidas.

mi querido capitan

Hamlet. Un clásico de la literatura de Shakespeare dirigido por Flavio González Mello que, a través de una propuesta escenográfica, fue capaz de crear en el espectador una experiencia vivencial tan cercana a la de los personajes. Lo destacado de esta obra fue el escenario que se adaptó en tres pisos, lo que permitía observar el montaje desde diferentes dimensiones a través de una especie de fosa, la duración que alcanzaba las cuatro horas y el gran elenco conformado por Arturo Ríos, Nailea Norvind, Pedro de Tavira Egurrola, Gimena Gómez, Leonardo Ortízgriz, Emilio Guerrero, Fernando Bonilla y Omar Medina. Sin duda, el montaje fue toda una experiencia para quien tuvo la fortuna de verla.

Hamlet

La Mujer Justa. La precisión de los diálogos, el ritmo, la dicción, la intensidad de las actuaciones hicieron de éste un montaje imperdible, aunado a esto las interpretaciones de Juan Carlos Colombo, Verónica Langer, Tina French, Héctor Holten y Marina de Tavira sorprendieron por la sintonía con la que se articularon como un todo. La puesta en escena dirigida por Enrique Singer y adaptada por Hugo Urquijo y Graciela Dufau cobró vida con las extraordinarias actuaciones de estos cinco actores que fueron generando una suerte de reflexión colectiva, que se desarrolló desde el ámbito íntimo hasta el espacio social.

la mujer justa

Lobos por corderos. Escrita por Reynolds Robledo y dirigida en colaboración con Daniela Padilla, es un drama que no requiere de preámbulos, donde el espectador intuye desde el inicio que está frente a unos personajes cuya vida ha sido golpeada y desarticulada por la tragedia. Mariana Garza, Alejandro de la Madrid y Fernanda Borches recrearon a los padres de dos niños que fallecieron en un accidente de autobús escolar, mientras que Mónica Huarte fue la portavoz de los abogados que ofrecen una compensación económica a cambio de su silencio y de no investigar más al respecto. En la puesta en escena, cada uno de los actores mostró su alta capacidad interpretativa y se entregó por completo y sin reserva, a pesar del intenso desgaste emocional y físico que sus personajes requerían.

lobos por corderos

Escorial. Escrita por  Michael Ghelderode y dirigida por Luly Rede, regresó con los mismos actores con los que se montó hace 17 años, Patricio Castillo y Roberto Sosa, pero en esta ocasión acompañados por  Roberto Ríos “Raki” y Paula Comadurán. La experiencia actoral que el tiempo les ha dado, se vio reflejada, el espectador estuvo frente a un rey que sufre, que domina y que somete; además de deleitarse con la presencia de un bufón talentoso y desgraciado, cuya imagen rompe con la falsa idea que se tiene a cerca de ellos, ya que en la realidad su función es ser esclavos del rey.

Escorial

Constelaciones. A partir de las premisas del “si yo hubiera” o del “qué pasaría si”, el dramaturgo inglés Nick Payne desarrolla uno de los textos más elogiados de los últimos años. Esta adaptación fue dirigida por  José Manuel López Velarde, una comedia en la que queda expuesto el intenso trabajo realizado por Mónica Huarte y Nacho Tahhan, protagonistas de una historia de amor en la que caben tantos principios y finales como desarrollos. Una obra compleja, ya que al no tener una cronología lineal era muy difícil de interpretar, no solo por la repetición de las escenas que giran sobre sí mismas, sino por el desorden aparente, pero que sin duda fue una hermosa historia que nos habló del amor y sus inescrutables caminos y desviaciones.

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La Anarquista. El texto de David Mamet plantea un serie de interrogantes bajo las cuales se cuestiona la postura del poder del gobierno y el Estado, frente a la oposición y la lucha que plantea la anarquía. Sumado a ello,  las estupendas actuaciones de Lisa Owen y Marina de Tavira, resultaron ser un gozo para el espectador, ya que sin más recursos que un escritorio y los diálogos en donde ambas se confrotan, debaten y objetan estaban llenos de verdad e impacto. Haciendo que cada parte del texto sea motivo de reflexión y cuestionamiento entre el aparato de poder y la libertad de expresión.

La Anarquista1

Éstas fueron las obras más importantes del 2015, sin embargo, no podemos terminar esta lista sin hacer una mención especial a algunos títulos que también pudimos ver este año:

Sucia y chingona historia de amor, una propuesta fresca con un humor directo, honesto y sin grandes pretensiones; La Llamada, considerado un musical de pequeño formato, fue una propuesta atrevida y diferente que logró mostrar una gran comedia con músicos en vivo; Made in México, una de las obras con varios años en cartelera y que ha sido una de las favoritas del público mexicano; El Libertino por traer de vuelta a Rafael Sánchez Navarro y conformar un gran elenco con Karina Gigi y Marina de Tavira; El Profesor que marcó el regreso de Damián Alcazar al teatro; La Dalia Negra, que innovó los escenarios al mostrar una gran producción escenográfica; Enrique IV a cargo de la Compañía Nacional de Teatro por saber adaptar una obra en un foro que originalmente está planeada para espacios abiertos; El último preso donde tuvimos la oportunidad de ver a toda la dinastía Bichir; y finalmente, Limbo que a pesar de ser un género que está en aumento, se presentó en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris junto a la cantante Natalia Lafourcade.

Esperamos que el siguiente año nos brinde nuevas propuestas, pero sobre todo inolvidables actuaciones.

 

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