Por Itai Cruz/ China Doll obra del dramaturgo David Mamet, en la que participa Al Pacino como actor principal, generó gran expectativa por ser el montaje más esperado de otoño en Broadway, no fue bien recibido por la crítica.
El pasado miércoles los críticos tuvieron acceso a una función especial y los comentarios negativos no pudieron esperar. Por ejemplo, The Washington Post comentó “la obra es tediosa y sin inventiva, el libreto no hace ningún favor a la figura de Al Pacino y el final es horriblemente burdo”; por su parte, The Hollywood Reporter, afirmó “en el montaje abundan las partes aburridas, que los discursos son petulantes, sin sentido y el final es absurdo”; The Wall Street Journal mencionó “Al Pacino no está cómodo con sus diálogos”, concediéndole así la crítica más leve; mientras que, The New York Times, arremetió contra el actor “comparó su actuación con el tener que soportar el ruido de un gis rayando el pizarrón o el goteo de una llave”.
La puesta en escena narra la historia de un multimillonario que habla todo el tiempo por teléfono, en las conversaciones se describen algunas de sus turbias relaciones con personajes de la política, su amorío con una mujer menor que él y otras desventuras.
Algunos rumores dicen que Mamet tuvo que reescribir parte de la obra, otros que Al Pacino tenía problemas para recordar sus diálogos y que el auricular con el que aparece en el escenario, -al principio, era usado como dispositivo para sus conversaciones telefónicas- lo utilizaba para apuntar sus frases y que, incluso, había algunos teleprompters escondidos, (éste último fue confirmado por el crítico de WSJ).
Cualquiera que sea el problema de la obra, el traspié de Al Pacino ha sido visto como una gran historia por parte de la prensa sensacionalista estadounidense, ¿Será esta la obra que hunda la carrera teatral de Al Pacino?, era el titular The New York Post, un claro ejemplo de los titulares que surgieron a raíz de las malas críticas.
