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Los Grandes Muertos

(Fuera de Cartelera)
Contemporáneo

Finalizó el 15 de julio de 2018.

Dramaturgia: Josefina Hernández.
Dirección: José Caballero.
Elenco: Elenco de la Compañía Nacional de Teatro.

Un capricho y un despliegue de poder traerá consecuencias trascendentales a la familia Santander, perteneciente a una sociedad marcada por las diferencias entre clases sociales, machismo y prejuicios raciales entre 1862 y 1909, a través de 6 obras de teatro relacionadas entre sí.

  • Miércoles 19:00 horas – El galán de ultramar y La amante
  • Jueves 19:00 horas – Fermento y sueño y Tres perros y un gato
  • Viernes 19:00 horas – La Sota y Los Médicos
  • Sábado 12:00 horas – El galán de ultramar
  • Sábado 19:00 horas – La amante y Fermento y sueño
  • Domingo 12:00 horas – Tres perros y un gato
  • Domingo 19:00 horas – La Sota y Los Médicos

Horario de Los Grandes Muertos:
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7 comentarios sobre la obra de teatro Los Grandes Muertos

Si ya viste la obra, dinos qué te parecio.
  1. Una gran obra de teatro…realmente ver a profesionales actuar y transmitirte a ese lugar, momento, escenario que te imaginas como lo narran…. incríble!!! Vayan a verla, vale la pena verla y con grandísimos actores!!

  2. “Todos son libres, hasta que
    encuentran las cadenas que encadenan su alma”
    Luisa Josefina Hernández, Los grandes muertos

    Los grandes muertos es una puesta en escena presentada en seis partes, (de once) una obra equilibrada que llena el teatro de comedia, drama y un exquisito uso del lenguaje oscilando entre lo coloquial y colonial. Un casi fiel retrato de realidades que no pasan de moda y solo se sustituyen al pasar los años y los nombres.
    Los personajes creados por la dramaturga, ensayista y profesora, Luisa Josefina Hernández, tratan temas tradicionales de la época y a la vez tan actuales, con un precioso guion y entre sus líneas, una bella muestra de la lengua española y un humor bien elaborado que no cae en lo “bobo”, todo un lujo que por suerte gozamos los mexicanos.
    Doble moral, es uno de los sabores de boca con la que recordamos desde los escenarios enmarcados en arcos y pilares que se deslizan por el espacio, creando cuartos, jardines, boticarias, puertos, hasta los secretos detrás de las ventanas con los que las bellas mujeres criollas y mestizas construyen la historia de una familia encabezada por Don Sebastián Santander, un hacendado adinerado con descendencia en cada esquina de la capital, cuya esposa oscila entre la locura y la lucidez, víctima de su propia martirización.
    Un trío de hermanas en la primera escena y un tanto más entre pláticas, de las cuales no vemos mucho, pero que forman un grupo de mujeres instruidas, educadas o bien, dedicadas al hogar y entre algunas, el fiel deseo de contraer matrimonio. Hombres galantes que llegan en barco desde las lejanas tierras de Europa, y otros hacendados finos, todos, personajes con enorme carácter que van dejando legado tanto en sus familias como en el mismo teatro.
    La obra toca fibras delicadas para el mexicano, la familia, una edificación indispensable en la sociedad mexicana, dónde vemos que, a través de los años, las costumbres aprendidas y los sentimientos contagiados, son el cimiento que forma a las próximas generaciones. Esta obra es un juego entre el amor, el odio y las pasiones que crecen a la par de las herencias; los personajes en su madurez no se conforman con su aparente destino dentro de reglas y condiciones inflexibles, sino buscan depender de sus decisiones y cabe, además, mencionar una muy valorada existencia femenina que pelea contra el discurso machista del momento histórico y su propia significación otorgada.
    En gusto personal las intervenciones de la narradora son de alto valor, puesto que rompen esta “cuarta pared” del público a los actores y viceversa, se convierte en personaje accesorio e incipiente a través de las paredes, las puertas e incluso entre los cuerpos que deambulan en escena.
    El público se vuelve durante toda la obra en el pueblo, perdón… “capital del sureste de México”, con todo lo que conlleva ser espectadores de vidas ajenas y sin afán de ofender, chismosos y con ganas de gritarle a más de uno, una que otra verdad.
    Es indudable los valores que componen el fuerte la obra, y mismos que llegan a su esplendor en una última escena de novelesco final, conjugando el paso de una historia de castas de aquel México de españoles, criollos, mestizos y negros, e incluso yaquis esclavizados en tierras del sureste mexicano, con un toque de modernismo, progreso y sofisticación europea.
    “En un lugar del sureste en el Golfo de México”, los grandes muertos es una declaración cultural e histórica de la sociedad en México, de obligada asistencia para no solo los amantes de las artes escénicas, sino para todo aquel que disfrute de la calidad, el buen gusto y por supuesto, de México en todo su esplendor, un México del siglo XIX, presentado con excelsa actuación y pasiones desbordantes, la historia en familia ajena que nos pertenece a todos.

  3. Es un placer y una delicia presenciar el talento y el esfuerzo artístico materializado en una obra de teatro de seis partes. Divertida, profunda y entretenida. Excelente. Todo mundo vaya a verla.

  4. Es una extraordinaria puesta en escena de una obra maravillosa de la literatura mexicana, grande historia y grandes actuaciones, excelente vestuario y escenografía!!

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