Seguimos con los recuentos de nuestro segundo año de vida, y no podía faltar la lista de las obras que este año fueron nuestras favoritas. No se trata de una selección que tenga un orden estricto en el disfrute que cada una de las obras nos causó, se trata más bien de hablar de las obra que, por una u otra razón, fueron para nosotros de lo más recordable en nuestro segundo año de vida.

Iniciar el listado en esta ocasión es muy sencillo, cualquiera que hay visto a Karina Gidi actuar en Incendios -y a toda la estupenda compañía de Tapioca Inn-, estamos seguros que, como nosotros, colocaría a este montaje en el primer lugar de lo más memorable del año pasado. Función tras función de su última temporada, esta obra agotó las localidades en el Foro Shakespeare. Escrita por Wajdi Mouawad y dirigida por Hugo Arrevillaga, Incendios cada noche estremeció y tocó fibras muy profundas de un público que al final de cada función entregó un largo aplauso a un elenco que terminaba exhausto y conmovido.

No podemos dejar de mencionar Los Corderos, obra escrita y dirigida por el gran Daniel Veronese. Todo un gozo para los espectadores que la disfrutamos en la Sala Chopin. Actuaciones soberbias y un texto fantástico. Nos hemos quedado con ganas de ver mucho más Veronese.

Otra favorita, sin duda, fue el monólogo Juana In a Millon, en el cual la actriz Vicky Araico, con una interpretación intensa y llena de energía nos habla sobre la migración silenciosa. Un texto estupendo, escrito por la propia actriz , el cual si tienen la oportunidad de verlo no deben dejar de hacerlo.

Dos obras diametralmente opuestas, dirigidas por el mismo director, sin duda fueron de lo más destacado de el 2013: La lechuga y Los arrepentidos. La primera, una comedia escrita por el venezolano César Sierra, que nos hizo reír con un humor negro y sin concesiones, la segunda una especie de drama documental, profundamente humano, conmovedor e incluso con toques divertidos, interpretado por dos grandes de los escenarios, Margarita Sanz y Alejandro Calva. Ambos montajes bajo la dirección de Sebastián Sánchez.

Al pensar en nuestro segundo año, es imposible no recordar otro monólogo, y nuevamente en Karina Gidi, quien interpretó a mediados de 2013 La voz humana, un texto de Jean Cocteau que bajo la dirección de Antonio Castro nos habla del desamor y la condición humana; un montaje en el que en la interpretación de Gidi es tan importante lo que se dice como los silencios de un interlocutor distante.

Luego en esta lista llega un clásico del teatro, 12 grandes actores, y una puesta en escena bien lograda y bien dirigida por el maestro José Solé y la producción de Jorge y Pedro Ortiz de Pinedo: 12 hombres en pugna. Un montaje que en su reposición de 2013 se movió sutilmente hacia la comedia, diluyendo un poco la densidad y dramatismo de la versión original. Lo anterior no demerita en nada la profundidad del texto ni la discusión ética que éste encierra.

Un montaje que nos sorprendió por su calidad y la manera efectiva en que se adaptó del cine al teatro fue Extraños en un tren. Con un elenco muy equilibrado, en el que la juventud e ímpetu se ven muy bien encaminados por la experiencia, esta puesta en escena sobre el texto escrito por Craig Warner, y que en 1951 llevara Alfred Hitchcock a la pantalla grande, es -pues actualmente sigue en cartelera- una excelente opción para ir al teatro y pasar un muy buen rato. Ya que hablamos de Extraños en un tren, algo muy destacable ha sido la temporada de Made in México, también producida por Sergio Gabriel y que desde mayo pasado ha estado en diversos teatros con un enrome éxito.

Y hablando sobre muy efectivas adaptaciones del cine al teatro, y de gratas revelaciones, el año pasado disfrutamos mucho Hard Candy, que con las actuaciones de Tessa Ia y Arap Bethke y la dirección de Anilú Pardo y Mario Mandujano nos mantuvo en suspenso durante toda la función. Una excelente adaptación del texto de  Brian Nelson realizada por el dramaturgo mexicano Luis Mario Moncada. Esta obra, por cierto, formará parte de la programación 2014 del Foro Shakespeare, si tienen la oportunidad véanla, la van a disfrutar.

Otra obra que podemos destacar es Intervenciones, escrita y dirigida por Hugo Abraham Wirth, que en un espacio no convencional, bajo las exigencias que el propio espacio le planteaba, y con una apuesta por el proceso creativo, es una muestra del trabajo escénico que se puede lograr sin contar con el respaldo institucional o subsidios.

Finalmente, no podemos dejar dejar fuera de nuestras favoritas, por segundo año consecutivo, a Más pequeños que el Guggenheim, que nuevamente tuvo un temporada en el Teatro Helénico y al volarle a ver la disfrutamos como la primera vez.

Estas son algunas de nuestras favoritas, seguramente ustedes tienen las suyas, cuéntenos cuáles fueron.

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