El domingo falleció a los 97 años de edad el director teatral ruso, Yuri Liubimov, cuyo estilo retador e innovador lo hicieron convertirse en una referencia de las artes escénicas a nivel mundial durante cincuenta años de carrera.
Liubimov fue conocido por la gran creatividad visual que presentaban sus puestas en escena y fue además el fundador del teatro Taganka, en el que el director presentó obras muy críticas de la censura y la represión que se vivieron durante los años soviéticos.
A lo largo de su carrera, Liubimov trabajó con varias luminarias de la cultura rusa, entre quienes destacan el director Vsevolod Meyerhold, el compositor Dimitri Shostakovish, el escritor Boris Pasternak o el cantante y actor Vladimir Vyssotski.
El director ingresó apenas la semana pasada al hospital Botkinskaya de Moscú, el nosocomio anunció la muerte de Liubimov a la agencia rusa Tass.
El famoso director tuvo sus primeros acercamientos en los escenarios como actor durante la Segunda Guerra Mundial en una compañía perteneciente al NKVD (que sería a la larga la KGB).
Entre sus primeras actuaciones se cuentan filmes de propaganda soviética. Más tarde tuvo un papel importante en el deshielo artístico en la URSS de principios de los 60’s.
Fue en 1963 cuando obtiene un gran éxito con su primer espectáculo El alma buena de Se-Chuan de Berthold Brecht, es a raíz de esta puesta en escena cuando obtuvo la dirección de su propio teatro, el Taganka.
En 1984 durante una entrevista en Londres que levantó más de una ceja en el Kremlin, fue a raíz de esto que perdió su nacionalidad, pero se convirtió en una figura a nivel internacional al presentarse en los mejores teatros de Europa, Estados Unidos y Japón.
Regresó a su natal Rusia seis años después gracias a la perestroika que llevó a cabo Gorbachov, con su trabajo siguió siendo crítico del sistema.
Para 2011 decide dejar el teatro Taganka por desacuerdos con la compañía, pero siguió su trabajo en los escenarios. En 2013, dirigió en el Bolshoi (el teatro más famoso de Rusia) una versión de la opera El príncipe Igor de Borodin.
