Extraños en un tren, el arte de hacer thriller

Por José Islas / Dicen que “segundas partes nunca fueron buenas”, pero definitivamente Extraños en un tren es la excepción a la regla, pues en su segunda etapa con un elenco de estrellas ha logrado tener una respuesta bastante buena, y esto es gracias a las actuaciones y a una historia que no ha pasado de moda.

Esta puesta en escena trata uno de los temas más recurridos en teatro, pero que sigue siendo de actualidad: la naturaleza humana. Extraños en un tren es una obra sobre cosas malas que pueden hacer las personas buenas, o dicho de otro modo: el lado oscuro que todos llevamos por dentro.

Este thriller que llevó en su momento al cine Alfred Hitchcock y que también tuvo una versión mexicana en la pantalla grande se vale de los valores humanos y de cómo pueden torcerse para conseguir fines bastante cuestionables.

Cabe señalar que la premisa de la obra tiene más sentido en inglés debido a que se usa la frase “criss-crossing” que se refiere a una vía de tren que sirve para que el vehículo se vaya a un lado o al otro, esto debido a que en la premisa la frase es usada por los protagonistas que se conocen en el y planean deshacerse de dos personas en particular que les estorban, pero se intercambian a las víctimas para que nadie sospeche del móvil del crimen.

Entre los actores de esta nueva versión de Extraños en un tren se encuentra Plutarco Haza, cuyo trabajo es de sobra conocido en terrenos como el cine, el teatro y la televisión. Haza en esta ocasión ofrece una actuación con la que los espectadores sufrimos, nos asustamos y nos emocionamos junto al personaje, alguien que lo tiene todo (carrera en ascenso, amor y estabilidad emocional), pero que ve ese pequeño mundo perdido gracias a estar en el lugar incorrecto en el momento incorrecto.

¿Qué decir de alguien como Héctor Suárez Gomís? Un actor bastante completo que ha realizado desde comedia de stand up hasta drama. En Extraños en un tren, Suárez Gomís ofrece una interpretación muy bien realizada y un personaje entrañable. Interpretar a un psicópata (una persona sin sentimientos ni empatía y que además es completamente indiferente a la vida humana) no es una tarea sencilla, son personajes con bastantes aristas y recovecos, es por eso que la actuación de Suárez Gomís tiene valor: por lo complicado y por el buen trabajo que realiza.

Personalmente no conocía el trabajo de Kika Edgar fuera de la música (he de decir que es una cantante talentosa), es por eso que me impresionó gratamente con su interpretación de una mujer fiel y un tanto ingenua, pero que estará con su pareja en las buenas, en las malas y en las peores.

Silvia Mariscal interpreta a una madre cegada por el amor que le tiene a su hijo y que por tanto no ve que su vástago es capaz de cometer los peores excesos. La actuación de Mariscal como madre abnegada es excelente, tal y como es el trabajo que ha ofrecido a lo largo de su carrera en la actuación.

A pesar de no realizar papeles con mucho diálogo también sobresalen Carlos Ignacio y Diego de Erice quienes ofrecen actuaciones sólidas y a pesar de que no tienen gran participación sus personajes son vitales para el desarrollo de la obra. Uno de ellos (Ignacio) quien tiene todas las tablas en la actuación y el otro (de Erice) que apenas se está formando un nombre en este mundo ponen el ejemplo de que no se necesita un personaje principal para sobresalir.

Si quieres ver Extraños en un tren no pierdas la oportunidad de ir a ver una excelente obra. Se presenta de jueves a domingo en el Teatro Wilberto Cantón del Sogem.

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