Debido al éxito que han tenido sus presentaciones, Más pequeños que el Guggenheim extiende temporada en el Centro Cultural Helénico con funciones los miércoles a las 20.30 horas hasta el 18 de septiembre.
La obra, escrita por el joven veracruzano Alejandro Ricaño, es una historia sencilla que no pretende reinventar el teatro o encontrar el hilo negro de nada, es así como se ha convertido en un fenómeno teatral.
El texto, fue escrito por su autor en un punto en el que no había trabajo en el ámbito escénico ni un futuro promisorio. “Queríamos mostrar lo que nos estaba pasando y sin querer terminamos hablándole a muchísima más gente de la que creíamos. Era contar una historia que en ese entonces me pasaba a mí y a los actores, y al final todo mundo se sintió identificado, no nada más la gente de teatro”, comentó Alejandro Ricaño.
El montaje es el resultado de una beca de residencia de la Fundación Antonio Gala en España y del apoyo del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Veracruz. La historia aborda la relación de Sunday y Gorka (egresados de una escuela de arte teatral), Al, un albino bizco y huérfano, y Jam, un cajero de mini súper: cuatro amigos sin empleo que utilizan el teatro como vía de escape a su soledad.
Ricaño reconoce que la pieza se convirtió en una comedia necesaria ante la ola de textos que surgieron alrededor de la violencia en el país, así se se volvió un discurso de esperanza en tiempos pesimistas. “La gente que hacíamos teatro empezamos a tirar la toalla, empezamos a decir que el público no iba a las funciones, que no era necesario hacerlo, que el cine lo estaba haciendo mejor. Lo más bonito que me han dicho de esta obra es que los reconcilió con el teatro. A mí me reconforta mucho eso, saber que de alguna manera pude hacer una tregua y por eso creo que es una comedia necesaria”, comentó.
Aunque los personajes se encuentran en un contexto teatral, el ganador del Premio Nacional de Dramaturgia “Emilio Carballido” 2008 piensa que es circunstancial que los cuatro amigos hagan teatro, “no creo que sea una comedia sobre el teatro sino sobre la amistad, el fracaso y la necesidad de reconciliarnos con un pasado. Hay un deseo que no creo que sea único de los teatreros de irse a Europa, conquistarla y tenerla como referente del éxito”.
La clave para que Más pequeños que el Guggenheim permanezca en el gusto del público tiene que ver con la sencillez y la honestidad de la historia y el trabajo de los actores Austin Morgan, Hamlet Ramírez, Miguel Corral y Adrián Vázquez, dijo el dramaturgo. “Creo que es un obra que se dio dentro de una coyuntura de circunstancias afortunadas en el que hubo un entendimiento entre actores, texto y dirección”.
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