Por Oscar Ramírez Maldonado / En un mundo “hipercomunicado” como el nuestro, resulta sorprendente que existan fenómenos sociales que permanecen parcialmente ocultos. A la sombra de la migración masiva de ciudadanos de países en vías de desarrollo hacia otros lugares en búsqueda de mejores oportunidades, existe también una migración silenciosa que permanece en la invisibilidad. Países altamente desarrollados y que, a primera vista, no se identifican con la violación de los derechos humanos de los inmigrantes, reciben a personas provenientes de países más pobres, que se insertan en una economía no visible. Una economía en la que son explotados y hacia la cual la gente prefiere no mirar y, mucho menos, saber de los abusos que en ella se cometen.
Este es el tema que aborda Juana in a Million, un espectáculo unipersonal interpretado por Vicky Araico Casas. Escrita por la propia actriz en colaboración con el director del montaje, Nir Paldi, esta historia trasciende la denuncia que realiza y arroja luz sobre este fenómeno, desde una perspectiva que elude el melodrama, estamos ante propuesta artística redonda.
Araico, a través de diversos recursos escénicos manejados estupendamente, nos cuenta la historia de Juana Gómez Castillo, una mexicana que obligada por una tragedia personal –que se inserta dentro de la tragedia colectiva que nuestro país vive- se marcha a Londres para buscar un mejor destino, en el cual tenga oportunidades y no tenga que enfrentar a diario el miedo.
Éste es un texto poderoso e inteligente. Entre sus líneas fluye un amplio abanico de emociones y matices, que igual provocan una risa o nos recuerdan las terribles circunstancias que arrojan a cientos de miles de personas de sus países de origen. Una historia que nos recuerda, para que la indiferencia no permita que lo olvidemos, que detrás de cada inmigrantes existe una historia personal y un rostro, no solamente cifras y estadísticas.
El movimiento y el baile son herramientas fundamentales para Vicky Aracio, a través de ellos parece buscar las raíces profundas que en la nuestra historia se encuentran enterradas. Como un taladro perforan en busca del pasado y ese lugar donde se encuentran los cimientos de una identidad nacional confusa y atormentada a veces. La intérprete transita por un escenario vacío que, con un excelente trabajo de iluminación y de diseño sonoro –a cargo de Francisco Álvarez y Adam Pleeth, respectivamente-, le proporciona el espacio ideal para desenvolverse con un trazo preciso y solvente, que impresiona por su fuerza.
Juana in a Million es un montaje que no pueden perderse, el cual con una muy corta temporada se presenta los martes hasta el próximo 9 de julio en el Foro la Gruta del Centro Cultural Helénico. Araico comenzó a escribir esta historia en 2008 a partir de su experiencia personal en Canadá. Posteriormente en el Reino Unido –en donde la autora cursó una maestría en Movimiento-, completó este texto que en el 2012 mereció el Premio Fringe First del Festival Fringe de Edimburgo. En Inglaterra, señala la dramaturga, “ni el cambio de estatus, ni el cobijo de la universidad fueron suficientes para impedir que mi entrenado ojo descubriera las mismas historias ya conocidas en Canadá”.
