Arturo Adriano realiza su primera incursión como director con un montaje motivado por el dolor humano expresado por la escritora Elena Garro en la pieza El rastro. El montaje se estrenó el miércoles pasado en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico en el marco del ciclo Ópera Prima. Esta historia cuenta la manera en al que Adrián Barajas, abatido por el dolor y la culpa, luego de sepultar a su madre, mata a su esposa embarazada que está a punto de dar a luz.
Adriano comenta que, a pesar de la temática, es una obra simbolista y no realista, metafórica y poética, habla del México profundo con una mística que nace en la época prehispánica y se que fusiona con el catolicismo instaurado por los españoles en la Conquista.
La idea del montaje surgió hace dos años, fue apoyado por la directora Soledad Ruiz, quien falleció en 2011. Busca reinterpretar las imágenes plasmadas por Elena Garro en escenas teatrales que apelen a las metáforas y los símbolos. “Lo que hicimos fue investigar a grupos místicos y al que más nos acercamos fue a los concheros, este grupo de danzantes sagrados, y a partir de su cosmovisión fue como empezamos a plantear la propuesta estética y teatral”, comentó Arturo Adriano.
El montaje cuenta con el mínimo de escenografía con el fin de que las actuaciones sean más cercanas al público, en ella se observa un árbol en en centro del escenario y algunos otros elementos que se relacionan con la tierra y los olores a través del copal, el café y cigarrillos. “El montaje está más apegado a la actoralidad en una atmósfera íntima. Es crear una especie de ritual y hacer partícipe al público desde que entra al foro, apelando a una sensorialidad”.
Arturo Adriano espera que el público que asista perciba la desolación y el misterio que puede significar la vida en algún momento de la historia a través de dos personajes que exponen su fragilidad. “Son almas perdidas que en su contexto no encuentran el porqué de sus vidas, están divagando en un mar hostil, son personajes que están totalmente solos y derrotados”.
El director es parte del elenco, junto con Paola Pérez-Rea, Manuel Díaz y Yunuén Castillo, quienes conforman la agrupación Los Cuatro Vientos Arte Escénico que debuta en la escena teatral con El rastro. “Planeamos un teatro inspirado en las tradiciones sagradas de México y del mundo y que esa sea nuestra base para crear espectáculos y recuperar un poco los orígenes del teatro”.
Comentó que este tipo de proyectos son necesarios para apelar a la humanidad más básica y así recuperarnos como seres humanos ante la violencia y el consumismo.
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