Unhappy Birthday es una canción de The Smiths, pero también es una obra de teatro, o mejor dicho, una obra de teatro sobre Morrissey, el icónico ex líder del este grupo inglés, o mejor dicho, sobre lo que significa ser un fan de este músico y las formas en la que la música popular o pop puede definir nuestras vidas. Este montaje escrito y actuado por Amy Lamé se presenta actualmente en el Teatro del Pueblo de Candem, Londres, y en los próximos meses saldrá de gira por el Reino Unido.
La creadora de esta puesta, dirigida por Scotee (director, actor y escritor), afirma que ser fan de Morrissey no es la cosa más fácil del mundo, por un lado están las postura provocadoras del cantante, y por la otra la etiqueta universal de que sus fanáticos son unos pesimistas y desdichados, se asume que “uno estará sentado en casa cortándose las muñecas”, señala Lamé, sin embargo, agrega que ella se divierte mucho.
La obra trata sobre una fiesta de cumpleaños, la fiesta de Amy, a la cual ha sido invitado Morrissey. Lentamente ella se va desanimando cuando asume que su ídolo no llegará, la obra “es Esperando a Godot para la generación pop”, señala su escritora y protagonista.
Amy Lamé es originaria de Nueva Jersey pero desde hace 18 años vive en Londres. En muchos sentidos ella es una “agitadora”, como lo es el propio Morrissey. Es conocida por ser promotora y crítica cultural, escribir y hablar apasionadamente sobre feminismo, imagen corporal y política alternativa. Participa en la BBC de Londres en el programa de Danny Baker y se presenta en el Club Duckie, que ella misma fundó. Anteriormente ha actuado en tres obras de teatro, dos de ellas experimentales que abordaron el tema de la diversidad sexual y una “más convencional”, Mama Cass Family Singers, una obra con influencia surrealista y de corte semi autobiográfico. En esa ocasión trabajó bajo la dirección de Christine Harmar Brown, una “directora de teatro propiamente dicho”, sin embargo la interprete no quedó del todo conforme con el resultado, pues sintió que éste “no iba con su personalidad”.
Para esta nueva experiencia, Lamé escogió como director a Scottie, inscrito en la tendencia avant-garde. Según señala la actriz y conductora, Scottie ha logrado que el espectáculo se sienta “más como ir al club o a un concierto. Dependo de que el público tome uno o dos tragos antes de entrar”.
Amy Lamé ha invitado a Morrissey para que asista al espectáculo, sin embargo espera que esto no suceda, “de hecho, si se aparece por ahí jodería el show”, señala. Al respecto considera que es el “máximo momento Morrissey”… “¡Te amo! ¡Te odio,! ¡Acértate, no, mantente lejos!”.
Vía: The Guardian
