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El día de ayer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) anunció el descubrimiento de un teatro maya de aproximadamente mil 200 años de antigüedad, el cual se encuentra en la Acrópolis Norte del sitio arqueológico de Plan de Ayutla, en el municipio de Ocosingo en Chiapas. Según los especialistas del INAH, este recinto probablemente fue utilizado por personajes de la élite en el poder para legitimarse al presentar obras de tipo político.

El anuncio de este fascinante descubrimiento lo realizó Luis Alberto Martos López, quien dirige el proyecto de investigación en Plan de Ayutla, durante la inauguración del VII Coloquio de Arqueología que se realiza en el Museo del Templo Mayor. Al respecto, explicó que los complejos escénicos de este tipo, pero de un mayor tamaño, existen en varias ciudades del área maya como Tikal, en Guatemala; Chinkultic, Chiapas; Pechal, Peor es Nada; y Edzná, en Campeche. A diferencia de estos ejemplos, el hallado en Plan de Ayutla parece haber sido de acceso restringido y para el uso de sectores selectos.

Desde 1985 se han realizado estudios sobre la función de estos espacios teatrales. Sin embargo, referencias a ellos se pueden encontrar desde el siglo XVI; en aquel entonces, por ejemplo, Diego de Landa, obispo de Mérida, señala que frente a la gradería norte de El Castillo de Chichén Itzá existían dos de ellos “a modo de teatrillos de cal y canto”. En estos lugares, apuntó el religioso del siglo XVI, se realizaban comedias y farsas para la diversión de la gente; también en Chichén, en las plataformas de Venus y de Los Jaguares, se montaba este tipo de representaciones, explicó Martos López.

El teatro recién descubierto tenía una capacidad máxima para 120 personas que se distribuían en una gradería conformada por tres escalones anchos delimitados por alfardas, señaló el arqueólogo. Era, dijo, “un teatro exclusivo, pues se halla en una acrópolis, a 42 metros de altura con respecto a las plazas del sitio. El espacio escénico quedó dentro del complejo de un palacio, eso lo hace distinto de otros que se han estudiado, que generalmente están en plazas y que estaban pensados para la multitud”.

Los arqueólogos del INAH han inferido que, aproximadamente ente el año 800 y el 850 d.C, existía en el lugar una nueva clase gobernante que estaba tratando de legitimarse entre las minorías destacadas de la región a través del teatro político. Según explica el especialista, las sociedades mayas han sido definida como “Estados teatrales”, porque en este tipo de espacios los gobernante hacían ejercicio de su poder de forma pública e histriónica; en las gradas, dijo, “se apostaba la gente y se representaban escenas, no sólo de carácter artístico, también con connotaciones religiosas y simbólicas”.

Otra posibilidad que se maneja sobre la existencia de este teatro es que, como en el caso de soberanos como Luis XIV o Federico El Grande, “nos encontremos aquí con las pretensiones de un señor maya afecto a las artes, pero eso jamás lo podremos saber”, dijo el investigador. Sobre el tipo de gobierno de esta ciudad maya, Martos López indica que los estudios señalan que hacia el año 850 de nuestra era, el lugar era gobernado por un “multepal” o gobierno compartido, como ya ha sido demostrado que sucedí en otras ciudades mayas como Uxmal, Mayapán y Piedras Negras.

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