Por Saúl Campos/ En un panorama social que dicta posturas sobre lo que puede ser aceptado y permitido de acuerdo a la moral y los órdenes de la naturaleza, 5 historias de personas comunes y corrientes serán expuestas ante el auditorio para revisar su validez. ¿Cómo se puede justificar la normalidad en medio de un vaivén de diferencias? ¿O es acaso que ser normal implica aceptar ser diferente?
Limítrofe es una obra con un camino andado, que este 2017 sube al escenario de La Teatrería. La obra escrita y dirigida por Ignacio Flores de la Lama cuenta una historia de preceptos sociales equivocados o incomprendidos por una sociedad incongruente en sus discursos, por medio de 5 historias cortas que pintan personajes oligofrénicos y extremistas con una gracia fija de por medio.
Si bien la idea de rescatar las diferencias sociales tomando situaciones frenéticas es excelente, con una dirección que busca resolver de manera sencilla y concreta cada paraje del texto, el hecho de que las historias se corten para dar paso una a la otra hace que se pierda un poco el concepto y se torne monótono.
La dramaturgia salta de un estilo dramatúrgico a otro sin previo aviso y sin conectores que permitan hilar bien a bien el texto, provocando que por momentos sea muy explícito y que por otros la comedia sea quizás excesiva, por ende que la audiencia se canse a la mitad de cada relato.
De entre el ensamble actoral destaca significativamente la presencia de Laura de Ita y Manuel Balbi, ya que logran rescatar al equipo gracias a su manejo del timing y habilidades para la comedia. Es notorio que la dirección busca llevar por un camino concreto a todos sus personajes para transformar por momentos la madurez en irreverencia, sin embargo, no es homogénea la sincronización ni el entendimiento por parte del resto, terminando por ser un grupo desnivelado.
Quizás los errores no permiten que la intención inicial de la obra, de llevar un mensaje a través de la comedia, sea completamente recibido por el espectador. Sin embargo, como divertimento, la obra cumple notablemente en hacer pasar un rato agradable, riendo de los momentos de neurosis o impropiedad que hacen diversos a los humanos, porque al final de eso se trata el teatro, de acciones diversas que convergen, ¿o es más bien esa la definición de una sociedad?
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