Por Óscar Ramírez Maldonado / Las Meninas Novohispanas regresan este 3, 4 y 5 de noviembre para platicarnos sobre el Día de Muertos. Fieles a su estilo explican las raíces de esta festividad, van revelando los vínculos y vasos comunicantes que nuestra celebración para lo muertos tiene con otras culturas. ¿Cómo una de las celebraciones más mexicanas puede ser un ejemplo de multiculturalismo? ¿Cómo esa fiesta de los muertos, tan nuestra, puede ser una amalgama no sólo de lo prehispánico y lo español sino de otras tradiciones?
Las respuestas a estas preguntas nos las dan las Meninas Novohispanas en su nuevo episodio. En la mejor tradición cabaretera, las Meninas Novohispanas nos hablan de la arraigada fiesta de Muertos. De los nueve niveles del Mictlán al Halloween, estas damas de alcurnia nos hacen ver que la riqueza de estas fechas es precisamente que ninguna tradición es singular, no hay tradición original y necesita de la gente para ser, para vivir y para enriquecerse.
Con humor que echa mano de referentes antiguos y actuales, recursos escénicos empleados efectivamente y su acostumbrado rigor histórico, el elenco conformado por Luis Huitrón (autor de la obra junto con Hugo Serrano), Christian Escorcia y Anna Marín nos llevan de paseo por nuestra historia y por los caminos que nuestros antepasados recorrían al morir. Nos explican cómo con la llegada de los españoles (tan antepasados nuestros como los que aquí habitaban originariamente) se encontraron dos tradiciones y se fusionaron elementos para dar lugar a nuevas celebraciones de la vida a través de la muerte en todo lo que hoy es México.
Se va haciendo costumbre en este espacio que hablemos de cada temporada de este espectáculo que da continuidad a una tradición de cabaret que en México se ha ganado un lugar en los escenarios y el gusto de la gente.
Se ha vuelto una tradición porque hablar de montajes de esta calidad es una obligación con el público, y es una obligación con nosotros como sociedad. No dar paso al olvido y entender las maneras en que hemos ido formando nuestra visión de nosotros mismos como mexicanos -y, ¿por qué no?, romper con esta visión cuando sea necesario- es fundamental para ser mejores como colectividad.
En verdad, no hay mejor lugar para celebrar el Día de Muertos que el Teatro NH con las Meninas Novohispanas. La garantía es una velada divertida y memorable. No hay que tener miedo de hablar de la muerte, que es hacia donde nos dirigimos todos. No hay que evitar este tema, hay que celebrarlo, porque a fin de cuentas, como escribió el ensayista y poeta Octavio Paz, “una civilización que niega a la muerte, acaba por negar a la vida.”
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