Foto: Roberto Sosa
Por Roberto Sosa/ Fue hacia el mar en una balsa de serpientes para después inmolarse. Ce Ácatl Topiltzin era el sacerdote principal del dios Quetzalcóatl, vivió entre los años 895 y 947 de la era cristiana; rey sacerdote de la ciudad de Tollan-Xicocotitlán (Tula), capital de la cultura tolteca en el siglo X. Creó un reino de paz, sabiduría y proliferación artística. Tomó de los dioses las artes y las ciencias para darlas a los hombres.
Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl es el personaje que inspira al filósofo e historiador mexicano Miguel León-Portilla en la creación de la obra La huida de Quetzalcóatl. Reconocido como el principal experto en materia e ideología náhuatl, León-Portilla escribe el texto que versa sobre el pensamiento de un hombre que discierne y cuestiona el inexorable paso del tiempo.
Considerado como la representación del dios Quetzalcóatl en la tierra, Topiltzin llevó una vida ejemplar y casta. En la obra de León-Portilla, es tentado por unos hechiceros que por medio de engaños lo embriagan con pulque y provocado con hermosas mujeres a que falte a su celibato. La historia dice que abdicó y se exiló junto con sus seguidores en la Península de Yucatán y Mesoamérica, prometiendo regresar; la leyenda dice que se embarca en las costas del Golfo y desaparece en sus aguas; prometió volver en cierta fecha del Xiuhpohuialli (calendario de los mexicas) que coincide con la llegada de los españoles en 1518.
Después de una intensa labor de investigación, Mónica Raya hace la adaptación del texto y lo lleva al teatro. La creación es consecuencia de está ardua labor de indagación y deducción que refleja sobre el escenario. El resultado es un soberbio espectáculo que construye desde la visión del historiador y filósofo; la obra la escribe Miguel León-Portilla en 1952, fue publicada en 2001.
El personaje mítico se plantea la posibilidad de escaparse del tiempo; cavila, reflexiona y debate consigo mismo. Se confronta con hechiceros que se dicen mensajeros del tiempo, para ellos la posibilidad es: “si es hombre tendrá que morir, si es Dios tendrá que partir…”. La provocación inicia cuando le muestran un espejo de jade, “hace mucho que no contemplas tu imagen…tu verdadera imagen puede ser más grande que los volcanes” Después de verse en el espejo, considera que su rostro es horrible. “Si dices que eres tiempo, sumérgete en él…”.
La huida de Quetzalcóatl es texto dialogado que sobre el espacio escénico nos traslada en el tiempo, un viaje hacia nuestras raíces, al origen; un espectáculo que nos muestra la cosmovisión de un personaje que determinó el futuro del imperio de los mexicas. La obra acopla en un mismo espacio el performance, participan actores, acróbatas y danzantes. Pirámides, muros y bloques son la escenografía; la multimedia y la iluminación se agregan y ciñen al espectáculo. El vestuario es verdaderamente impresionante. El diseño sonoro crea atmósferas. La obra reúne la filosofía con el mito, el espectáculo con la leyenda; la historia, la ficción y reflexión.
Como espectador me dejó con la boca abierta. Despliegue técnico, producción, texto, adaptación y actuaciones. Es teatro de exportación –mi opinión-, se trata de un montaje que bien pude representar dignamente al teatro de México en el mejor escenario del mundo. Digámoslo como es, estamos ante una obra que hará historia, épica…de gran envergadura. “Si la vas a llevar al teatro, hazlo con dignidad…”, le dijo el maestro León-Portilla a Mónica Raya…no hay duda.
En el elenco están (irreconocibles detrás del maquillaje y las máscaras): Alfonso Cárcamo, Ginés Cruz, Julio Escartín, Luis Lesher, Miguel Ángel López, Muriel Ricard, Juan Carlos Vives y Gastón Yanes. Danzantes y acróbatas: Omar Cervantes, Pablo Gálvez, Daryl Guadarrama, Gustavo Sanders y Priscila Solórzano. Y una enorme lista de creativos, todo un gran equipo.
Las funciones son en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón los jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas, hasta el 10 de diciembre.
Consulta precios y horarios de la obra, aquí.
Buena tarde a mi me gustaria reproducir la obra de la Huida de quetzalcoatl sin fines lucrativos, mas bien para hacer conciencia de nuestra gran sabidurua de nuestros antepasados, necesito pedir licencia o permiso a alguien para poder reproducirla? mi nombre es Sasha agradecere su respuesta a mi correo sashacontreras@hotmail.com
Hola, Sasha! Gracias por contactarnos, te sugerimos consultar con Teatro UNAM, ya que la obra se presentó en uno de sus recintos, Saludos.