Por Gina Fierro/ La lechuga es una comedia que muestra el lado más desesperado de sus personajes, los miembros de una familia en la que abunda el desagrado entre ellos. Bajo la dirección de Sebastián Sánchez Amunátegui, la puesta en escena está interpretada por Juan Martín Jauregui, Ernesto Álvarez, Catalina López, Héctor Kotsifakis y Claudia Aline González.
Reunidos por una fecha importante, Víctor, Virginia y Vinicio tienen que aparentar, como cada año, que la convivencia entre su familia es posible. Los tres hermanos, en compañía de sus parejas, intentan celebrar el cumpleaños de su padre, cuando el tema que ha todos aqueja se pone sobre la mesa: el estado vegetal en el que se encuentra el festejado. Éste, quien ha vivido nueve años en cama en la casa de Virginia y su marido, parece no tener esperanza de alcanzar la lucidez y el matrimonio va perdiendo las ganas de atenderlo por más tiempo.
La imposibilidad de cuidar al enfermo pesa más en Héctor, esposo de Virginia, quien aprovecha el momento de la incómoda cena para exponer sus planes frustrados a causa del suegro inválido. La propuesta de Héctor hacia los hermanos es inevitable y exige a sus cuñados, Vinicio y Víctor, sacarlo de su casa.
En una guerra de argumentos que termina por reafirmar el desacuerdo que existe entre cada uno, incluso entre los casados, esta familia tendrá que ceder para llegar a un acuerdo, en medio de una reunión dominada por el alcohol y el enojo -y el humor ácido que caracteriza la obra- en donde cada uno de los invitados dejará salir su lado más amargo y los pensamientos más desagradables que existen entre ellos. Así, mientras unos insisten en la permanencia del padre en la casa de Virginia, otros proponen las peores y más maliciosas soluciones.
La obra se desarrolla en la intimidad de un comedor adaptado al espacio abierto del foro Un Teatro, el cual está adaptado a una casa de la colonia Condesa. El entorno permite que los personajes estén dentro de una casa de verdad, vayan a una cocina de verdad y salgan y entren por un portón real. Este último aspecto da a la obra un sentido por momentos realista.
En su estreno, La Lechuga se presentó dentro de un restaurante en la colonia Roma, “El postino”, en donde el público presenciaba la puesta entre las mesas, mientras éste cenaba. En su temporada en Un Teatro, la puesta conserva esta cercanía con la audiencia
La puesta en escena toma forma con el buen desempeño de su reparto, el cual se desenvuelve cómodamente dentro del género de la comedia. Al sumarle la destreza de sus personajes, La Lechuga resulta ser una experiencia amena para el espectador, que lo dejará pensando en cuál podría ser su lechuga. Consulta precios y horarios de la obra, aquí.
