Remedios para Leonora: una amistad que converge en el arte

Por Roberto Sosa/ En lo alto de una torre, se reúnen los espíritus de dos grandes artistas del surrealismo: Leonora Carrington y Remedios Varo. Leonora llama a Remedios para remediar el tiempo, la soledad y volar. El sitio insinúa una pintura de Remedios “Hacia la torre”, allí mismo se hace alusión a otra “Bordando el manto terrestre”, junto con “La huida”, son obras que pertenecen a un tríptico que elabora en 1961, una representación que traduce su propia vida surrealista.

Amigas en la vida real, ahora recorren en su memoria los momentos más importantes y emotivos de su azarosa existencia: la guerra, el exilio, los hombres y el arte. La onírica travesía es la historia de dos mujeres que convergen en el arte pictórico, desde una mirada que traduce lo que su subconsciente expresa. Las dos encuentran en el surrealismo la forma de articular y dar sentido a su vida.

Leonora –de nacionalidad inglesa- evoca al hombre que más amó Max Ernst, pintor surrealista, veintisiete años mayor que ella. En la vida real, Leonora queda emocionalmente afectada cuando en 1939, Ernst es declarado enemigo y preso por el régimen en la Francia ocupada; ante la inminente invasión de los nazis, se ve obligada a huir a España, allí su padre la interna en un hospital psiquiátrico, periodo que deja una marca indeleble en la vida de la artista. En 1941 se escapa y llega a Lisboa, en esta ciudad encuentra refugio en la embajada de México, allí conoce a Renato Leduc, se casan y llegan a nuestro país en 1942.

A Remedios la atrapa la Guerra Civil en su natal España, en este lapso conoce al poeta Benjamín Péret, se enamoran y parten hacia París; con la irrupción de los alemanes en 1941, el poeta y la pintora dejan Francia y migran hacia México. En 1947 después de concluida la Guerra, Péret regresa a Francia, Remedios se va a Venezuela.

Retorna a México en 1949, aquí conoce al político austriaco Walter Gruen, y se casa por segunda ocasión. En este periodo establece nexos con importantes intelectuales en el exilio y sobre todo con artistas como Diego Rivera y Frida Kahlo y muy en particular con una pintora surrealista: Leonora Carrington.

México es el punto en donde convergen, donde se desarrolla su obra, el sitio propicio para expresar su arte. La afinidad entre ambas se ve reflejada en la obra Remedios para Leonora de Estela Leñero. Un texto que narra desde la ficción el encuentro de dos almas en otra dimensión, en otro plano. La dramaturgia de Leñero nos plantea este encuentro, con un lenguaje onírico y lleno de magia.

Gabriela Betancourt encarna a Remedios Varo, Bertha Vega da vida a Leonora Carrington, dos actrices encarnan a dos pintoras; la dirección es de Gema Aparicio y la autora –como ya lo mencioné- es Estela Leñero. De esta forma, la obra está compuesta desde la visión femenina; personajes, intérpretes, autoría y dirección, todo desde la esta óptica. Sin embargo, no está dirigida exclusivamente a las damas, los hombres no se hacen presentes, pero son importantes en la vida de las dos; se mencionan en la puesta en escena los nombres de: André Bretón, Edward James, Esteban Frances, Gerardo Lizárraga, Óscar Domínguez y Víctor Brauner entre otros.

Todos los elementos que componen el espectáculo, favorecen, están en su sitio, sin duda una buena obra. Remedios para Leonora se presenta del 20 de abril al 25 de mayo en el teatro El Milagro, consulta precios y horarios de la obra aquí.