Por Gina Fierro/ La puesta en escena No se elige ser un héroe cerró temporada después de su estreno en febrero del presente año en el Foro Shakespeare. El montaje dirigido por Fernando Bonilla, el cual consiguió la aceptación del público, celebró la noche de ayer su cierre de funciones con tres invitados especiales que llevaron a cabo la develación de placa: Julieta Egurrola, Javier Solórzano y Jorge Zárate.

no se elige ser un h2Con un elenco encabezado por Sergio Bonilla, Verónica Merchant, Itari Marta, Mariannela Cataño, Rodolfo Arias y Eugenia Arriola, el texto de David Desola tomó fuerza entre el público adolescente y adulto al abordar los temas actuales que aquejan a la sociedad.  “Una sociedad que prohíbe el consumo de la marihuana y permite el consumo de la Coca Cola, es una sociedad ridícula, estúpida y profundamente contradictoria. Por supuesto ésta es sólo una de las múltiples contradicciones que vivimos cada día y de las cuales somos todos, en mayor o menor medida, cómplices”, detalla Fernando Bonilla.

no se elige_okNo se elige ser un héroe demostró ser un discurso real de las posturas que hoy en día se adoptan para definir nuestras ideologías, Bonilla comenta que la obra es “una afirmación que cimbra la estructura intelectual y emocional de cinco personajes huérfanos y que también resuena en la orfandad que descobija a las mujeres y los hombres que a ciegas transitamos las primeras décadas del siglo XXI, cargando sobre nuestro lomo con el pesado fracaso ideológico que heredamos de nuestros padres”.

La obra toma como eje central la historia de una familia que discute -a su beneficio- si su padre fue un héroe o no, al salvar a una niña de ahogarse. “Se puede elegir ser un héroe o no. El acto heroico no sería heroico si el héroe no tuviera antes la posibilidad de elegir. Pero en estos días en que ‘hasta la victoria siempre’ suena a eslogan de Nike o de Adidas, la cuestión más bien radica en preguntarse para qué son necesarios los héroes, a quién le conviene y dónde se fabrican”, enfatiza el director.

no_se_eligeA través de la comedia, el espectador llega a cuestionarse sobre sus intereses reales y su perspectiva hacia el otro, al momento de tomar decisiones o crear juicios. “Decía Gandhi que la felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace, están en armonía. En un mundo tan contradictorio, probablemente el error esencial es concebir la congruencia como un estado puro y sólido. La congruencia es inalcanzable, pero es una buena brújula para, al menos, encaminarnos a esa dirección”.

“Vamos a reírnos un rato de nosotros mismos, de todo lo malo que hemos hecho, de todas nuestras miserias, de las cosas que escondemos en el alma […] para ver si después de reírnos, podemos tratar de ser un poquito los héroes de nosotros mismos y de quienes nos rodean”, concluye Bonilla. Consulta más información de la obra, aquí.

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