Por Itai Cruz, entrevista por Gina Fierro/ Después de haber logrado una buena temporada en el Teatro López Tarso, El juego que todos jugamos permanece en cartelera, gracias a la buena aceptación por parte del público, pero ahora en el Teatro Wilberto Cantón Sogem.
Esta puesta en escena se estrenó en los años 70 con actores como Juan Ferrara, José Alonso, Alma Muriel y Macaria, la cual estuvo dirigida por el mismo Jodorowsky, ahora en esta nueva versión, destacan las actuaciones de Daniela Luján, Luis Lesher, Damayanti Quintanar, Axel Santos, Perla Encinas, Sergio Suárez, entre otros.
A unos días de su regreso, platicamos con el director Rodrigo Mendoza, quien destaca los motivos de ver una obra que explora la psicología de nuestros comportamientos diarios, para determinar cuál es el juego que todos nos disponemos a jugar cada día, “yo creo que el principal atractivo va a radicar en la necesidad que tenemos todos de entretenimiento, de distraernos un poco, porque las cosas en nuestro país están con una presión al borde”.
La superación personal como columna vertebral
Hay algunos medios que consideran el montaje como una obra de superación personal. Al respecto, Mendoza expresó “yo creo que Jodorowsky lo escribe con esa intención de superación personal, aunque yo la estoy llevando a otro lugar, pero, sí, por supuesto, la columna vertebral es la superación personal y la autocrítica”.
“Pero, en vez de decírselos nada más, aquí se los ilustramos, les presentamos situaciones que evidencian estas cosas, y ahí es donde dicen: “¡Y, yo hago igual!, ¡Ah, a mí me pasa esto! Y no nos quedamos ahí, sino que damos soluciones. Decimos, esto lo puedes resolver de esta forma o si tú ves las cosas de esta manera, esto no te estaría pasando. Básicamente es darle visualmente al público, no nada más auditivamente, una solución, una presentación de una situación que es común, y luego cómo podemos resolverla”.
La manipulación
¿Cuál es el juego que tú juegas dentro de la obra?
“Uno de los principales juegos que jugué aquí fue la manipulación, porque tuve actores de diferentes lugares, unos vienen de comedia musical, unos vienen de telenovela, otros de teatro universitario. Entonces, ¿cómo le hablas en el mismo idioma a todos? ¡Es imposible! Lo que uno necesita, le parece una atrocidad a los demás. Tuve que dirigir 12 veces, inicialmente fueron 12 actores y luego se fueron acortando en estos 9, y tuve que tratar de dirigir personalmente a cada uno, lo cual fue una tarea”.
¿Fue una estrategia utilizar a este tipo de actores?
“No fue una estrategia, Jesús y Jimena realmente no sabían a quién llamarle, yo propuse un elenco, no se pudo y me dijeron, por qué no hacemos una audición y que la gente vaya. Entonces vinieron a audicionar, la misma Daniela me habló y me dijo, oye, quiero audicionar”.
¿Por qué usar actores jóvenes?
“Porque el texto así lo demanda, el texto tiene que ver con estas decisiones que tomas alrededor de los treinta. En los treinta es cuando dejas de ser el adulto joven y comienzas a entender otras cosas, es cuando te vienen las preguntas y cuando existe una necesidad de crecimiento espiritual y finalmente maduras, en el mejor de los casos”.
No es una obra de teatro
Uno de los temas principales es la la espiritualidad, ¿cómo se maneja dentro de la obra?
“Todas las propuestas espirituales que se dan en este lugar tienen una base científica, por eso lo de los 6 libros, aunque sí tiene una connotación de superación personal. Esto viene a partir del conocimiento, del intento por conocer al ser humano, como trabaja la mente y como trabajamos en sociedad. En ese sentido, si a ti te gusta más la ciencia o si eres psicólogo, vas a tener toda la información necesaria, pero también si tú eres una mujer muy emocional y te gustan las historias, también hay algo que ofrecerte”.
“La obra no es, y lo dice el mismo Jodorowsky, no es una obra de teatro. En ese momento le llamaban happening, que era donde te juntabas y hacías filosofía, ciencia, arte, hablabas de todas estas cosas, y el resultado es lo que se le presentaba al público. Entonces, de pronto tienes aquí a hippies cantando y demás, y luego tienes a dos científicos filosofando al respecto de la carencia de ciertos elementos en el ser humano”.
“Es como un popurrí, como un buffet, tienes para todos”
¿Qué diferencias hay con el primer happening?
“En el primer happening había muchas cosas que hoy ya no, por ejemplo, en esa época nadie quería hablar de la homosexualidad, el día de hoy tú lo tratas de esa manera, y te piensan un idiota. Había que cambiar esas cosas, teníamos que traer una información actual. La sociedad se ha movido hacia otros lugares, lo que antes lastimaba o alteraba, hoy ya no, teníamos que buscar algo que sí lo hiciera”.
¿Volverías a montar un texto de Jodorowsky?
“No estoy muy seguro, no es que diga que no, pero tengo muchas cosas en mi cabeza que necesito sacar. Estoy por reestrenar una obra que trata de la dualidad entre lo intelectual y lo emocional, Géminis, con dos chicas que fueron de la última generación de alumnos de mi padre, unos chicos que incluso yo terminé de formar, dado la muerte de mi padre y montamos esta obra como un homenaje a mi padre”.
“El estreno oficial va a ser el 10 de julio que es el cumpleaños de mi padre y a partir de esa fecha se va a presentar en diferentes foros pequeños hasta que finalmente nos vamos a estacionar en el Foro Amacalone, que hice en honor a mi padre”.
