Por Luis Santillán/ Reinas de fuego de Kerim Martínez, Valentina y san Valentín de Rafael Mendoza, Viejos vicios de Paulina Gómez Fernández y Sicario de dios de Sergio Gutiérrez y Antonio Osorio son 4 de las 9 obras que conforman la temporada 13 de Teatro en corto.
Lo primero que llama la atención radica en que a pesar de que el formato de escenificar teatro breve gana terreno no se ha logrado alcanzar una calidad cabal en la dramaturgia del formato, al mismo tiempo es necesario mencionar que la mayor virtud recae en el trabajo actoral.
Tres de los cuatro textos se sostienen por la vuelta de tuerca y no así por la acción dramática, si bien la creación de personajes no es deficiente pierden fuerza en tanto que no poseen un conflicto o contradicción que propicie una línea de confrontación.
En el texto de Kerim Martínez, Reinas de fuego, la dinámica de personajes está bien lograda, a partir de la cotidianidad se crea una tensión, una noticia transmitida por la radio permite alterar el universo establecido, pero da la sensación de que los elementos están colocados para sorprender y no así para confrontar a los personajes y/o espectador. Lo innegable es el estupendo trabajo actoral de Laura Luz, matizado, concreto, en la medida justa del espacio. La actuación de Luciana González de León también es bastante buena.*
Viejos Vicios de Paulina Gómez Fernández es el texto con mayores logros en tanto la construcción de componentes dramáticos, los personajes tienen un objetivo claro y concreto y deben tratar de vencer los obstáculos ante los que se enfrentan; están bien dibujados y tiene guiños que permiten el humor. La actuación de Luisa Muriel, Fernando Larrañaga y Édgar Vivar dan muestra de su experiencia, dimensionan gratamente la propuesta de Gómez Fernández. Es el texto con mayor potencia.
Sicario de dios de Sergio Gutiérrez y Antonio Osorio se sostiene a partir de invertir el ejecutante de la acción, da la sensación de gratuidad en tanto que no hay elementos que sustenten el giro final, el texto se construye a partir únicamente de información sin acciones dramáticas. La propuesta escenográfica de Ximena Hernández atrapa adecuadamente el universo en el que viven los personajes. Las actuaciones de Yanet Sedano y Jorge Lemus permiten que los personajes no resulten tan unidireccionales.*
Valentina y san Valentín de Rafael Mendoza es un texto bien intencionado hilvanado con momentos cómicos, pero carece de estructura dramática y el guiño final es de lo más artificial. José Carlos Farrera encarna dos personajes y a ambos los matiza, otorga una carga emotiva sólida en el personaje “mayor”.*
Escribir literatura dramática para el formato de teatro breve exige mucho, un texto así debe abrevar de las cualidades del cuento sin renunciar a los elementos que lo distinguen de otro género (acción dramática, contradicción o conflicto y confrontación entre varios más) Teatro en corto auspicia la posibilidad para enriquecer la escritura del formato, sin embargo da la sensación de que predomina el deseo de sorprender como herramienta y no como logro.
El punto de partida es sumamente estimulante y quizá con el paso del tiempo se consolide las propuestas de textos y así se estimule más la apropiación de los pequeños espacios que convocan a la ficción.
Vivir la experiencia que ofrece Teatro en corto en su temporada 13 permite entrar en contacto con diferentes formas de construir un personaje, distintas formas de asumir la actuación, cada una de ellos, con altibajos y aciertos, harán que el público disfrute del fenómeno escénico.
Consumir teatro enriquece a la persona y esta temporada de Teatro en corto brinda la oportunidad de hacer un recorrido por diversas propuestas.
*Estas obras tienen repartos que alternan y se hace alusión a los actores con los cuales se presenció la función.
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