Por Itai Cruz/ Desde su invención por los hermanos Lumière en 1895, el cine siempre ha ido de la mano de la dramaturgia. Podemos decir que el cine y el teatro forman una suerte de matrimonio, en el que se han influenciado, se han inspirado el uno en el otro, se han entreverado, han sido disciplinas hermanas de la creación. Y como buenos esposos que son, también han tenido disputas feroces.

Enrique IV BranaghEl mejor guionista de la historia del cine, o al menos uno de los más grandes fabricantes de guiones, de personajes y acciones es William Shakespeare. Sus obras han sido adaptadas una y  otra vez, y siguen adaptándose anualmente, a tal punto que en Inglaterra hay una tradición no sólo de montajes escénicos, sino casi una escuela cinematográfica encabezada por grandes nombres como  Lawrence Olivier, Orson Welles y Kenneth Branagh.

The cat on roofOtro dramaturgo a destacar es el estadounidense Tennessee Williams. Su primera obra llevada a la gran pantalla fue Un tranvía llamado deseo (1951) con Marlon Brando y Vivien Leigh. La película obtuvo 12 candidaturas a los Oscar, alzándose finalmente con 4 de ellos, entre los que se encuentra el de Mejor Actriz Protagonista. Más tarde vendría La gata sobre el tejado de zinc caliente (1958) con Elizabeth Taylor y Paul Newman.

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, y aunque en ocasiones tanto la puesta en escena como la película logran ser de una excelente calidad, existen claros ejemplos de los malos proyectos de cine al intentar recrear un gran texto, resultando en un fiasco total llevado a la pantalla grande.

He aquí nuestro Top 5 de grandes obras que resultaron ser un desastre en su versión cinematográfica:

The king and IEl Rey y yo (1999). Escrita por Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II, con un guión basado sobre el libro Anna and the King of Siam de Margaret Landon. Desde su estreno en 1951, el musical ha obtenido muy buenas críticas y ha sido muy bien acogido por la audiencia. La última versión de Broadway ganó 4 premios Tony, (que sigue en cartelera) incluyendo el de mejor reposición. La historia es tan buena que la primera vez que se llevó al cine (1956) fue todo un éxito. No obstante, Warner Bros, tuvo la ingeniosa idea de hacer la versión animada, para llegar a un público más joven, pero la película era tan mala que sus creadores prohibieron hacer cualquier otra animación futura que se basara no sólo en este musical, sino cualquier otro de su autoría.

love's labours'sTrabajos de amor perdidos (2002). El actor, escritor y director inglés Kenneth Branagh famoso por sus adaptaciones fílmicas de los clásicos de Shakespeare, como la memorable Enrique IV (1989), tuvo un tropiezo al intentar convertir la obra Trabajos de amor perdidos, una de las comedias shakespearianas más extravagantes e intelectuales, en un musical al puro estilo de Hollywood con el fin de hacerla más accesible al público. Sin embargo, Branagh se tomó muchas libertades con el texto. Además invitó a participar a actores que no eran conocidos por su talento musical como Alicia Silverstone para hacer frente a canciones de Cole Porter e Irving Berlin, el resultado fue tan desastroso que le costó a Keneth su contrato con Miramax.

RepoRepo! The Genetic Opera (2008). En 1999, Darren Smith tenía un amigo que estaba pasando por la quiebra y cuyas posesiones serían hipotecadas. Inspirado en esto, a Smith se le ocurrió la idea de un futuro donde no sólo las propiedades pueden ser embargadas, sino también las partes del cuerpo. De esta manera, Smith y Terrance Zdunich colaboraron con ideas y diálogos de la trama para crear la primera versión de Repo! Que llevó el título La deuda del Necromercader y que se estrenó en el Teatro John Raitt. Después de ser todo un éxito, Smith y Zdunich ampliaron el universo para crear todo un storyline que dio como resultado Repo! The Genetic Opera. Más tarde Lionsgate compró los derechos para llevarla a la pantalla grande, la cual incluyó en su reparto a la socialité Paris Hilton. A pesar de que la cinta fue un total desastre, gracias a su gran banda sonora, se volvió una película de culto y no sólo eso, es la única en tener un total de 64 canciones, lo que le valió un récord Guiness.

Women 1Mujeres (2008). La producción original de Broadway fue dirigida por Robert B. Sinclair en 1936, la cual se estrenó en diciembre en el Teatro Ethel Barrymore y contó con un reparto exclusivamente femenino. La obra es una ingeniosa sátira a la alta sociedad neoyorquina. Años después, en 2001, Scott Elliott dirigió la reposición con las actuaciones de Kristen Johnston, Rue McClanahan, Cynthia Nixon, Jennifer Coolidge, Jennifer Tilly, Heather Matarazzo y Hallie Kate Eisenberg, la versión fue tan buena que se hizo tv-movie. Pero en 2008, Diana English tuvo la idea de hacer un remake, pero la cinta resultó pésima, a pesar de contar con la participación de las actrices Meg Ryan, Annette Bening, Bette Midler, esta versión hizo que la adaptación de Sexo en la Ciudad se viera muy por encima de ella.

Spinning in butterSpinning en mantequilla (2009). Y hablando de Sexo en la Ciudad, Sarah Jessica Parker, es la campeona de las peores adaptaciones. Spinning en mantequilla, escrita por Rebecca Gilman debutó en el Teatro Goodman de Chicago en 1999 con una buena aceptación por parte del público. Más tarde fue producida en el Lincoln Center y luego en el Royal Court. El montaje fue considerado como uno de los mejores por el Time y con el tiempo se convirtió en la tercer mejor obra de la temporada. La trama es sobre un crimen de odio por motivos raciales en una escuela de artes de Nueva Inglaterra. Cuando fue llevada al cine, fue dirigida por Mark Brokaw (quien incursionó de manera abrupta en el mundo cinematográfico), se esperaba que con el elenco le fuera muy bien, pero la crítica la tachó de trivial y obvia, por el enfoque tan torpe que le dieron al hablar de un tema tan sensible.

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