Por Itai Cruz / El Teatro de Sombras es un espectáculo que consiste en la creación de efectos ópticos y, para ello, se necesitan: una lámpara (u otra fuente de iluminación); y una superficie lisa y clara, que puede ser una pared o una pantalla. Quien realize esto, puede usar sus manos1 o una marioneta frente a la lámpara, para que la sombra sea proyectada en la pared o pantalla, de acuerdo a la posición de las manos y movimientos, se pueden crear figuras de animales o humanos.
Pero, ¿de dónde viene? Se cree que su origen proviene de la Prehistoria, cuando el hombre realizaba sombras con el fuego. En países como la India2 y China3 se utilizaban marionetas detrás de lienzos para escenificar el Teatro de Sombras.
En el siglo IV a.C., con el Mito de la Caverna de Platón, las sombras adoptan un nuevo carácter sobre “la realidad del ser”. Ya que suponen la imagen del mundo de las ideas, trascendiendo lo que podemos percibir con los sentidos.
Casi todas las culturas poseen connotaciones mágicas, despertando los sueños y el subconsciente del espíritu, así, estás formas invitan a la imaginación y creación. Además representan historias de fuerte contenido fántástico, y no sólo es, la sombra es intocable, poque permanece en un plano ajeno.
Los jesuitas lo introdujeron en Europa por medio de rutas de Evangelización; en 1772, Dominique Séraphin, instaló su Teatro de Sombras en Versalles con gran éxito; y en Italia, las compañías itinerantes también contribuyeron con su difusión por el viejo continente.
El Teatro de Sombras no es sencillo, ya que ponerlo en práctica requiere de un gran ejercicio de lectura, selección, dicción y orden, además de un detallado trabajo con las manos.
1A esta práctica, actualmente, se le conoce como sombras chinas o chinescas.
2En India e Indonesia, existía un personaje importantísimo llamado Dalang, que representaba las epopeyas por medio de las sombras, tenía el carácter de sacerdote y su misión era educar y transmitir valores morales al pueblo a través de estas prácticas.
3En China existe una leyenda que explica el origen de este teatro. El emperador Wu-Ti, ante la pérdida de su amada esposa, pierde el gusto por la vida, por lo que todos en la corte intentan reanimarle sin éxito. Hasta que llega Sha-Wong, quien afirma que puede revivir a la emperatriz, y para lograrlo, coloca al emperador frente a una tela tendida entre dos postes y sobre ella, hace aparecer la sombra de la emperatriz, pero con la condición de no tocar la tela. Sin embargo, un día, el emperador olvida su promesa y al hacerlo, descubre a Sha-Wong, agitando una figura de mujer delante de una lámpara.
