Por Itai Cruz/Hoy se cumple un aniversario más de la pérdida de uno de los mejores cuentistas de todos los tiempos, Edgar Allan Poe.
Edgar Poe nació en Boston el 19 de enero de 1809. Con tan sólo 2 años de edad, perdió a sus padres y fue adoptado por John Allan, un acaudalado hombre de negocios de Richmond, de quien tomó el “Allan”, aunque nunca fue adoptado de manera oficial. A los seis años la familia se traslada a Inglaterra y Poe ingresa a un internado privado.
De regreso en Estados Unidos siguió estudiando en centros privados y más tarde entró a la Universidad de Virginia, pero su afición al juego y a la bebida le acarreó la expulsión, su padre se negó a pagar sus deudas y le obligó a trabajar como empleado, sin embargo, abandona su empleo y se traslada a Boston donde publica su primer libro de manera anónima Tamerlane and Other Poems (1827).
Posteriormente se alistó en el ejército durante dos años, y escribió su segundo libro de poemas Al Aaraaf (1829), gracias a las influencias de su padre adoptivo obtuvo un puesto en la Academia Militar de West Point, de la que también fue expulsado por no cumplir con su labor.
En 1832 publica su tercer libro Poemas y se casa con su prima Virginia Clemm en Baltimore. Por esa época entró al periódico Southern Baltimore Messenger como redactor, en el que aparecieron diversos poemas suyos, y bajo su dirección se convirtió en el más importante periódico del sur del país. Más tarde, colaboró en diferentes publicaciones en Filadelfia y Nueva York. En esa década escribe El durmiente (1831), El cuervo (1845) que llevó a la cumbre su reputación literaria, Las campanas y Annabel Lee (1849). Como redactor su labor consistió en hacer reseñas de libros, labor que le granjeó cierta notoriedad como crítico literario incisivo y a menudo, escandaloso, gracias a sus originales apreciaciones acerca del cuento y de la naturaleza de la poesía. Uno de sus relatos más famosos fue El escarabajo de oro (1843).
La genialidad y originalidad de Edgar Allan Poe encuentran su mejor expresión en los cuentos, que, según sus propias apreciaciones críticas, son la segunda forma literaria, ya que permiten una lectura sin interrupciones, y por tanto, la unidad de efecto que resulta imposible en la novela. Considerado uno de los más extraordinarios cuentistas de todos los tiempos, Poe inició la revitalización que experimentaría el género en tiempos modernos.
No obstante, la enfermedad de su esposa convirtió su matrimonio en una larga experiencia amarga hasta que ocurre su deceso en 1847. Después de la muerte de Virginia, Poe cae enfermo y se agrava su problema de alcoholismo y consumo de drogas, lo que provocó su temprana muerte, -al parecer de una ataque cerebral- el 7 de octubre de 1849 en Baltimore. Sus últimas palabras fueron “que Dios ayude a mi pobre alma”.
Poe en escena
Edgar Allan Poe es reconocido como uno de los maestros universales del relato corto, del que fue uno de los primeros practicantes en su país. Además renovó la novela gótica, y es recordado especialmente por sus cuentos de terror. También es considerado el inventor del relato detectivesco y contribuyó con varias obras del género la ciencia ficción. Cabe mencionar que fue el primer escritor estadounidense de renombre que intentó hacer de la escritura su modus vivendi, lo que tuvo para él lamentables consecuencias.
Algunas de las obras de Poe que han sido adaptadas al teatro son: El gato negro, El cuervo y El corazón delator.
Ojo de Gato. El montaje trata sobre un despliegue de creatividad e ingenio para retomar la literatura y la figura de escritor, logrando llevar al límite de las consecuencias los momentos de auténtico terror que surgen del tema principal que lleva la trama, la culpa. Monólogo dirigido y actuado por Waldo Facco, se exhibió en el Foro Cusí, cuya temporada finalizó en septiembre de 2015.
Una vez, nunca más. Basado en El cuervo y otros cuentos de Poe, versa sobre un estudio sobre la eterna dualidad de la vida: la oscuridad y la luz, la alegría y el dolor, la locura y la sensatez. Mónologo que se presentó en El Círculo Teatral en 2014 con Carlos Álvarez.
Latidos. Puesta en escena basada en El corazón delator. Contó con las actuaciones de César Vázquez e Issack Osorio, esta obra se presentó en el Centro Cultural Silvya Pasquel en 2012.
