Por Gina Fierro/ Próspero sueña Julieta… ¿o viceversa?, dirigida por Ignacio Flores de la Lama, es la extracción de dos personajes de la literatura shakesperiana. Por un lado está Próspero de La Tempestad, interpretado por Ausencio Cruz; y por otro, la conocida Julieta de Romeo y Julieta, interpretada por Daniela Zavala; quienes juntos coinciden únicamente en sueños, de los cuales ni él ni ella sabrán quién sueña a quién, si Próspero a Julieta o viceversa, de ahí el juego de sintaxis del título.
En esta puesta en escena se reajustan ciertos aspectos de ambos personajes tanto en su vestimenta como en su lenguaje. Ahora se puede ver a Julieta calzada con tenis converse, una mujer que ronda por los treinta y que no necesariamente muere de amor por su Romeo, sino que ahora luce pensativa y dudosa frente al trágico final de su apresurado amor, el cual la tiene encerrada en su cripta a un costado del cadáver del difunto Romeo. Es decir, Julieta no murió y ahora fantasea con lo que hubiera podido ser su vida a lado de… Y repara en lo impacientes que fueron ella y Romeo al dejar llevarse por la carnalidad.
Por su parte Próspero, que ya no es un honorable anciano, hace lo suyo. Desde la lejanía de una isla tranquila y limpia del desorden y las injusticias, Próspero llama a las tempestades con ayuda de su gran conocimiento y poder de prodigio. De pronto, la amable inocencia y locura de Julieta se encuentran con la cordura y certeza de Próspero, pensando ella que su querido Romeo ha vuelto a la vida, mientras él busca en la razón el motivo de la súbita presencia de esta mujer.
Buscando los por qués de sus apariciones, Julieta y Próspero tienen que conocer un poco de cada uno para concluir en una explicación. Tal vez intuyan que provienen de la tinta del mismo autor o quizás supongan que posiblemente exista un tercero que los sueñe, pero la incertidumbre de no saber quién está dormido, los hará perder la realidad e incluso la memoria.
Su autor, Sanchis Sinisterra, hace un homenaje a la dramaturgia de William Shakespeare, con este texto en el cual aparece un discurso onírico, acompañado de humor y reflexión que permite relacionarse en presente y de manera viva con la tradición y el legado del referente original. Próspero sueña Julieta… ¿o viceversa? es el cambio sutil del drama a la comedia a través situaciones delirantes.
