Por Eliud Rodríguez/ “Fue pasado por las armas después de haber confesado”. Esto es lo que revelan dos archivos con fecha de 1965 que detallan la muerte del poeta y dramaturgo Federico García Lorca. El documento fue redactado por la 3ª brigada regional de investigación social de la jefatura superior de policía de Granada, el cual se resume como un listado de antecedentes del mencionado poeta.

Los documentos son de gran importancia histórica al suponer, por primera vez, el reconocimiento por parte de la dictadura franquista del asesinato del autor.

El escrito responde a la petición realizada por la periodista francesa Marcelle Auclair a la embajada de España en París con relación a la muerte del poeta. La embajada dio a conocer la petición a Fernando María Castiella, ex-ministro de Relaciones Exteriores, quien solicitó al entonces ministro de Gobernación, Camilo Alonso Vega, investigar si era plausible la apertura de los archivos concernientes al episodio de García Lorca.

En ellos, se argumenta que era “comunista” (debido a sus actividades de teatro popular) y “masón”, atribuyéndole también “prácticas de homosexualismo”. Previo no existían antecedentes de ningún caso concreto y que hubiese sido ajusticiado mediante armas de fuego. También señalan que hubo un segundo reo durante su ejecución.

Éste es el primer hallazgo que brindan los nuevos documentos. Hasta ahora, la versión más aceptada por historiadores y especialistas era que el poeta había sido fusilado junto a un maestro, Dióscoro Galindo, y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas. El escrito recién sacado a la luz ahora afirma que fue fusilado junto con otro reo.

Según lo relatan los nuevos documentos, una vez que empezó a ser perseguido, García Lorca se refugió en la vivienda de sus amigos los hermanos Rosales Camacho, donde el poeta permaneció escondido hasta el momento de su detención, efectuada en los últimos días de julio o primeros de agosto de 1936.

El escrito cita los siguiente: “Se le condujo a los calabozos del Gobierno Civil y fue sacado por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un coche al término de Víznar y en las inmediaciones del lugar conocido como Fuente Grande, en unión de otro detenido cuyas circunstancias personales se desconocen, fue pasado por las armas después de haber confesado, siendo enterrado muy a flor de tierra, en un barranco situado a unos kilómetros a la derecha de dicha Fuente Grande”. No obstante, no se explica en ningún momento cuál fue esa confesión.

García Lorca fue ejecutado por el Movimiento Nacional una vez que inició la Guerra Civil, un dato que jamás fue reconocido oficialmente por las autoridades franquistas.

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