La mano de William Shakespeare ha sido identificada en escenas o pasajes de tres obras isabelinas que se adjudican a otros autores de la época. Esto se logró después de aplicar técnicas lingüísticas de “fingerprinting” y otras técnicas nuevas.

Arden de Faversham, La Tragedia Española y Mucedorus serán incluidas en una gran edición de las obras que el bardo inglés escribió en coautoría. Jonathan Bate, un reconocido estudioso de Shakespeare, dijo que la evidencia lo ha convencido de que hay partes específicas de esas obras que deben haber tenido aportaciones del autor.

Las tres obras se incluirán en la edición que Bate está coeditando con otros estudiosos en colaboración con la Royal Shakespeare Company y Palgrave Macmillan. Las obras conocidas como el Shakespeare Apocrypha han intrigado a los estudiosos por mucho tiempo, la duda es si Shakespeare podría haber escrito otros dramas además de los incluidos en el primer folio editado después de su muerte por sus compañeros actores. Desde el siglo XVIII se han esgrimido muchos argumentos para incluir dentro del corpus shakesperiano obras no autorizadas. Ahora, dentro del libro Obras en colaboración -que saldrá al mercado el próximo 28 de octubre- se describirán los métodos y la evidencia con que se cuenta para incluir estas tres obras dentro del trabajo del dramaturgo inglés.

Bate, profesor de literatura inglesa en la Universidad de Oxford, dice que el tema es quizá la laguna más importante en los estudios sobre Shakespeare en el siglo 21. El análisis ha sido asistido por computadora, lo que ha permitido a los autores ir “mucho más allá que estudios anteriores” en comprobar la participación de Shakespeare, explicó el experto. Esto, agregar, coloca al autor inglés bajo una nueva luz, como “revisor, editor y colaborador”.

Arden de Favercham, que será puesta en escena por la Royal Shakespeare Company en la primavera, es una tragedia nacional publicada de manera anónima en 1590. La obra habla de una mujer de Faversham, Kent, que conspira con su amante para asesinar a su marido, tratando de “lavar esa sangre” en una manera que recuerda a Lady Macbeth. Según Bate, en el texto existen palabras raras como “copesmate” (compañero), así como algunas imágenes distintivas, como la comparación entre una mente perturbada y una fuente enlodada, que sugieren la colaboración de Shakespeare.

“Es una obra muy conocida entre los aficionados”, dijo Bate, y han habido muchas discusiones acerca de quién lo escribió, “pero nuestra nueva evidencia es que al menos una escena, un encuentro central entre los amantes, es de Shakespeare y que, posiblemente, Thomas Kyd es el autor de otras escenas”. Kyd es mejor conocido por La Tragedia Española, un drama de venganza de 1580, con escenas adicionales que, después de las pruebas por computadora, ahora se le atribuyen a Shakespeare más que a su rival, Ben Jonson. “Hay algunas notables escenas adicionales y un diálogo sorprendente acerca de si es posible que un pintor retrate el dolor o si sólo un poeta puede producir esa imagen “,agrega el especialista en la obra shakespierana.

Hay una fuerte evidencia circunstancial de que La Tragedia Española pasó a la compañía de actuación de Shakespeare y que el personaje principal fue interpretado por su amigo Richard Burbage, para quien escribió Hamlet y El rey Lear.

Mucedorus es una tragicomedia de 1590 que la compañía de actuación de Shakespeare revivió en 1610, con escenas adicionales. Bate dijo: “Por lo menos una de esas escenas está, creemos, lingüísticamente repleta de sus huellas”. En este texto, señala, se utilizan frases únicas de Shakespeare como ‘worthless trunk’ (‘tronco sin valor’, encontrada también en Enrique V) y ‘high extolment’ (‘alta exaltación’, encontrada en Hamlet) y su famosa dirección escénica , ‘Exit, pursued by a bear’ (‘sale, perseguido por un oso’ encontrada en El cuento de invierno).

Gregory Doran, director artístico de la Royal Shakespeare Company, describió la nueva investigación como “fascinante”, aunque cree que la prueba definitiva es cuando las palabras son dichas por la boca de los actores, “las obras fueron escritas de una manera mucho más colaborativa de lo que pensamos, somos más perspicaces en el teatro, pero no en el cine o la televisión, acerca de la coautoría”, comentó.

Al comentar sobre Arden de Faversham, Doran dijo: “Es una obra absolutamente fabulosa, La complejidad de la narración es brillante y tiene golpes de genio absoluto, así que estoy muy dispuesto a aceptar que los eruditos podrían pensar que hay mano de Shakespeare en la misma”.

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