El día de hoy murió a los 52 años de edad el actor mexicano Carlos Cobos, quien desde hacía más de un mes se encontraba internado en un hospital debido a un derrame cerebral. Apenas hace una semana el polifacético actor recibió –en ausencia- el premio Ariel a la Mejor Coactuación Masculina por la película Pastorela.

De los Cobos era ampliamente reconocido en el campo actoral de nuestro país; inició su carrera en a finales de los años setenta del siglo pasado, participando en varias puestas en escena independientes. A mediados de la década siguiente incursionó en el cine, a lo largo de su vida participaría en aproximadamente 30 cintas.

En el teatro, Carlos Cobos participó en más de 35 puestas en escena, algunas de ellas memorables como sus interpretación en Constante, montaje basado en el texto de Calderón de la Barca; La secreta obsenidad de cada día y Un día cualquiera, de Dario Fo. En 2001 recibió el premio a Mejor Actor de Monólogo por parte de la Asociación Mexicana de Críticos de Teatro, la obra con la que se hizo acreedor a este reconocimiento fue Divino Pastor Góngora.

Entre marzo y mayo de este año pisó por última vez un escenario teatral con la obra Don Giovanni o el disoluto absuelto, de José Saramago, donde realizó una gran interpretación de Leporello. En una de sus últimas entrevistas el actor habló de la importancia del gremio actoral, en ella señaló “yo estoy convencido de que nuestro gremio es tan importante como el de los arquitectos, porque con nuestro granito de arena hemos construido sueños, que es la materia prima más importante de cualquier nación”.

El próximo viernes, según ha informado el INBA, este magnífico actor recibirá un homenaje en el Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque. Descanse en paz el extraordinario actor Carlos Cobos, quien con su talento nos regaló sueños en este país que está tan urgido de ellos.

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